PR 9: "MEDIDAS DE SEGURIDAD EN LA REALIZACION DE : EXAMENES PORTATILES"

Los exámenes portátiles se solicitan cuando un paciente no se puede transportar de forma segura a la sala de radiología debido a una debilitante enfermedad, posibilidad de contagios, trauma o cirugías.  

Los principales requisitos de protección radiológica es el llamado criterio “alara” que aboga por mantener todas las exposiciones a las radiaciones ionizantes “tan baja como razonablemente sea posible” por lo tanto, las exploraciones que suponen una mayor dosis de radiación para el personal profesionalmente expuesto que el resto de exámenes convencionales, se solicitaran solo cuando estén debidamente justificadas.

Nos encontramos, con demasiada frecuencia, con que, poco después de haber realizado una exploración portátil de a un paciente, este es desplazado para efectuarle otra prueba en un lugar distinto a una habitación. Si el desplazamiento es factible la exploración radiológica tendrá lugar en el servicio de radiodiagnóstico. Limitar el haz es importante para disminuir la radiación dispersa, evitar la exposición a otros pacientes o personal que pudieron estar expuestos a la radiación secundaria. También lo es para preservar de esta indeseable radiación al propio técnico que deberá usar los adecuados elementos de protección:

  • GUANTES PLOMADOS, GAFAS, MANDILES
  • PROTECTOR DE TIROIDES
Proteger siempre las zonas más radio sensibles del mismo con barreras de plomo adecuadas. 
El acompañante del paciente debe estar en una distancia razonable para que no le afecte. 
El tecnólogo radiólogo que efectué la exposición debe usar un disparador conectado a un cable extensible que le permite alejarse en medida de lo posible en la zona donde se concentrara la radiación dispersa.
Estos equipos portátiles tienen brazos articulados que, combinando sus movimientos, proporcionan una amplia gama de opciones a la hora de dirigir el rayo central.





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